Los objetivos del proyecto (y sus metas correspondientes) deben ser SMART; esto significa que deben cumplir con las siguientes cinco características:
- Específico (Specific) – la descripción del objetivo debe ser tal que no deje lugar a dudas o interpretaciones sobre lo que se quiere lograr. Debe ser perfectamente claro para todos los involucrados, sin ambigüedades ni generalizaciones.
- Medible (Measurable) – las metas del objetivo deben estar planteadas en términos cuantificables y que puedan ser medibles antes, durante y después de realizado el proyecto.
- Ambicioso (Achievable) – el objetivo debe generar en los participantes la sensación de logro, de algo que vale la pena tratar de alcanzar.
- Realista (Realistic) – el objetivo, sin embargo, también debe ser realista; es decir, que el objetivo y sus metas son alcanzables considerando los recursos disponibles.
- Definido en el tiempo (Time-defined) – el objetivo debe contar con metas relacionadas con periodos de tiempo y/o fechas compromiso.
Si un objetivo y sus metas correspondientes no cumplen con las características SMART, es necesario detallarlos o replantearlos.
Ejemplos de objetivos que no son SMART:
- Aumentar las ventas.
- Mejorar la calidad.
- Aumentar la satisfacción del cliente.
- Incrementar la productividad.
Todas son buenas intenciones, pero para que se puedan considerar como objetivos bien planteados, deben cumplir con las características SMART.
Ejemplo de un objetivo SMART: “Aumentar las ventas de la línea de lavadoras ‘Plus’ en un 15% (cantidad de unidades), en la zona de distribución centro, al final del primer semestre del año próximo.”